A veces creemos que tenemos que aparentar nuestro sentir.
Que si expresamos lo que somos con total claridad los demás no nos van a entender.
Así que decidimos movernos desde la inautenticidad.
Con el tiempo y ampliando nuestros propios recursos internos descubrimos con tranquilidad lo que realmente conecta nuestra mente y nuestro corazón.
De esta manera comenzamos a vivir la autenticidad, a disfrutar de lo propio y sentirnos cada vez más libres libres para vivir para llorar para celebrar
libres con una gran responsabilidad nuestra autenticidad.
Tatiana Sedano.